METODOLOGÍA
Si entendemos que un aprendizaje efectivo requiere que el que aprende debe estar activo en el proceso de aprendizaje, debe saber qué aprende y para qué lo aprende, necesitamos una metodología que potencie estas tres líneas de acción.
Por ello lo que pretendemos es que nuestras sesiones sean lo más amenas y participativas posibles, favoreciendo el intercambio de opiniones, lo cual es esencial para contribuir a la adquisición de un aprendizaje significativo.
Además creemos que una explicación apoyada con un soporte visual o práctico es más eficaz, y cala más profundamente en el alumnado, al mismo tiempo que el dotar a la clase de recursos innovadores hace que crezcan el interés y la motivación.
Los ejercicios ayudan a afianzar y a entender los conceptos explicados. Su carácter lúdico ayuda a que los alumnos se mantengan activos en su proceso de aprendizaje, y que al mismo tiempo disfruten del tiempo de trabajo, logrando una buena predisposición hacia la asignatura y un buen clima en el aula. Que el alumno tenga la oportunidad de comprobar de forma tangible aquello que se le explica facilita que entienda qué es lo que aprende.
Que queramos relacionar los contenidos matemáticos con la realidad es para poder dotar a las explicaciones de una dimensión más real, más reconocible por los alumnos. Las matemáticas suelen verse como algo meramente instrumental que no tiene una utilidad directa en la vida cotidiana y nosotros intentamos romper con esa idea. De esta forma respondemos al para qué, que todo alumnos necesita conocer para dar un sentido a su aprendizaje.